Desde 2018, se ha retomado la gestión de este espacio gracias a la firma de un convenio de custodia fluvial. La gestión actual se guía por un plan de gestión, aprobado en diciembre de 2019, que determina las actuaciones necesarias para conseguir que el Estany de Sils se conserve a largo plazo, con las mínimas intervenciones necesarias.
A través del plan de gestión se pretende llevar a cabo una gestión activa del Estany de Sils que asegure su conservación a corto, medio y largo plazo. Los objetivos que fija el plan engloban los diferentes ecosistemas del espacio natural. En este sentido, se está trabajando en tres direcciones. En primer lugar, se hacen acciones para que la laguna permanente mantenga una superficie húmeda de 1 hectárea y profundidades superiores al metro (de media), además de mejorar la calidad del agua en los próximos años. En segundo lugar, el plan prevé que para el 2022 el entorno del Estany disponga de las diferentes tipologías de hábitats pratenses y herbazales (carrizal, prados de guadaña, juncales y prados halófilos y prados secos) y que se preserven las robledas y encinares, sin especies invasoras. Por último, uno de los objetivos, marcado para 2027, es que el 25% del terreno contemplado en el convenio disponga de bosque de ribera.
Además de la protección integral de los ecosistemas, el plan también prevé acciones concretas para la conservación de las poblaciones del galápago europeo, así como otras especies de anfibios y de pájaros.
Las actuaciones que se harán los próximos años se irán actualizando en el calendario de esta página web para manteneros informados de las acciones de gestión y conservación en curso.
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